¿Cómo se toman los esquejes de las vides?

Planta trepadora que puede ser ornamental, la vid también da buenos frutos: las uvas. Sin embargo, para que la planta produzca buenos frutos, es necesario elegir la cepa adecuada y respetar las condiciones de cultivo. Pero, ¿cómo se toman los esquejes?

Elegir la vid adecuada

Para los que les gusta la jardinería, es importante saber que en este tipo de casos, lo primero que hay que hacer es elegir una buena cepa para cortar. Es importante saber que una vid de mala calidad, por su variedad, no dará frutos o dará frutos pequeños y agrios que sólo interesarán a los pájaros. Las variedades híbridas, resultantes del injerto, son las mejores, porque poseen las cualidades obtenidas de las dos plantas madre, origen del injerto. Son resistentes a las enfermedades y a las condiciones climáticas extremas y producen frutos grandes y dulces. Cortar es como clonar. Mediante este proceso, las plantas resultantes de los esquejes tendrán exactamente las mismas características que la planta que dio los esquejes. Por lo tanto, la elección de la planta madre es fundamental.

¿Cómo se toma un esqueje de vid?

Una vez que se ha encontrado la vid adecuada, ¿cómo se procede a tomar los esquejes? Para ello, hay que empezar por elegir los brotes del año de los que se cortan las ramas que están lignificadas en la base, pero que son tiernas en los extremos. Los tallos deben tener un buen diámetro. Cortar el tallo a 3-5 cm por encima de la yema, un solo brote puede hacer varios esquejes de unos 30 cm. Cada corte debe tener de 2 a 4 ojos, de los cuales se quitan 2, pero se dejan los otros 2. Corte también los zarcillos en un ángulo de 3-4 cm. Realice cortes limpios, evitando invertir los tallos. Sumerja el extremo biselado del tallo en la hormona para esquejes y plántelo en tierra para macetas con partes iguales de tierra para macetas y arena. Asegúrese de que el brote esté a 5 cm del suelo. 

Condiciones ideales para el éxito del cultivo de la vid

Tome los esquejes mientras la savia fluye hacia abajo: en otoño, tras la caída de las hojas, o a principios del invierno, en noviembre o diciembre. La vid tiene que pasar por las heladas del invierno para echar nuevas raíces. Por tanto, los esquejes deben estar en el exterior durante el invierno. Transplante los esquejes en el vivero la primavera siguiente. Pero si quiere plantar las nuevas vides, es mejor hacerlo el otoño siguiente, lo que favorecerá el desarrollo de las raíces antes del invierno y continuará en la primavera. Es necesario un suelo adecuado, ya que las raíces son profundas. Lo ideal es un suelo bien drenado, arenoso y calcáreo. Elija un lugar a pleno sol, pero alejado del viento. Separe las plantas al menos 1 m si planta varias.
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